marzo 05, 2009

¿Será que mi mamá habla para adentro?

En serio, es impresionante.

"Le estuve contando a tu papá que...", "Ayer el bebé de Marisol...", "En Maturín por fin van a...". Y a partir de allí las palabras comienzan a difuminarse, luego, de un momento a otro, desaparecen. Realmente no habría mayor problema con eso si ella no esperara que uno sepa exactamente qué fue lo que pasó por su cabeza en el momento en que decidió callar. Y sí, ella cree fervientemente que dijo todo lo necesario para dejar claro su punto, así que se va, y a los 4 días te pide opinión/respuesta/balance.

Esa es la mejor parte, aquella en que uno debe hacer maromas mentales para imaginarse qué podía seguirle al cuento mutilado. A la larga mi hermano y yo nos hemos inventado una serie de respuestas estándar, funcionales en determinados contextos, y que encajan en gran medida con lo que nuestra querida madre querrá escuchar; pero a estas alturas, cuando nos hemos ganado soberanas pataletas causadas por nuestro descuido, optamos por pelear, y reclamar nuestro derecho a la información.

No vamos bien, pero yo les estoy avisando.

Otra gran virtud de mi madre es la de los temas discordantes. Digamos que estamos almorzando, hablando de... Música Clásica. Todos en la mesa hablan de música clásica, y se ríen, y comentan cómo las greñas de Dudamel ya no son greñas, sino rizos, porque ahora dirige en L.A. Alguien habla del reportaje sobre eso que salió en 60 Minutos, otro agrega que tal o cual persona se perdió su último concierto en Barquisimeto. Mi madre simplemente dice: "Un día de estos le voy a tomar una foto cuerpo completo a ese maracucho, para que lo vean bien y se mueran de la risa". Y luego de tragarnos la cara de WTF?, exigimos información, preguntamos quién es el maracucho, porqué razón deberíamos burlarnos de su estampa, y qué tan pronto puede conseguirnos la fulana foto. Y así, como si nada huebiese pasado, repentinamente, ella vuelve a interesarse en Dudamel, y todos vuelven a comentar lo gracioso que fue que un minuto antes de debutar ante la Filarmónica de Viena, le dieran ganas de hacer pipí.

Después me preguntan si hice algún curso de comprensión lectora.


¡NO ENTIENDO - NO ENTIENDO - NO ENTIENDO!

Todos deben conocer la emoción de las mamás -cuando tienen hijos pequeños- por decir que si hacen cualquier cosa que no sea cumplir una estricta orden emanada de su persona, conducirá a su irremediable muerte:

° Si te tambaleas en la silla --> Tu mamá se muere
° Si dejas las chanclas tiradas con la suela hacia arriba --> Tu mamá se muere
° Si apoyas un pie contra la pierna que no le pertenece, mientras estás parado --> Tu mamá se muere

Al menos alguna vez tuvieron que haberlo oído. Y está bien, digamos que en el contexto, es una actitud absolutamente normal. Quieres que tu hijo se comporte. Sabes que te quiere. La opción obvia es amenazarlo con que su tontería será la causa de tu muerte inminente.

Ahora bien, la parte que no entiendo, es la manía descabellada de mi madre, que aunque tiene par de hijos rumbo a los 30, aún siente que la amenaza de muerte es el comportamiento más sabio.

Situación 1: En este día de ocio, mi madre decide dormir hasta mediodía. Cuando sale de su cuarto, chinita por el sobresueño, encuentra que el almuerzo esta prácticamente listo, y sonríe al descubrir que aparte de oler muy bien, se ve de maravilla. El resto de la familia comienza a llegar a casa. Sirvo la comida para todos, comemos, recojo, lavo, arreglo. Todos caminan hacia sus respectivas habitaciones, y se cosen a la cama. Repentinamente son las 4pm, y decido informar que me dispongo a salir a ver la luz del sol. Consecuencia: Mi mamá decide gritar que el abandono en que la tengo va a acabar con su vida. Sí, irremediablemente, mi falta de consideración acabará matándola, porque después de todo, prefiero estar callejeando que quedarme haciéndole compañía. -Así como todos me hacían compañía a mí cuando estaba ocupada preparando algo decente con que llenar sus estomagos-.

Situación 2: Son las 11 de la noche, y todos están en casa, a punto de dormir. Pasando frente al espejo, decido que es hora de hacerle caso a los consejos de mi madre y salir tempranito en la mañana a ejercitar mi desgarbado cuerpecito. Arreglo todo, y cuando doy las buenas noches, desde la distancia de mi cuarto informo que saldré a las 6:00am a caminar/trotar un rato. Consecuencia: Se desata el caos. ¡Tú lo que quieres es matarme con la mortificación! ¿Qué necesidad tienes de andar por la calle en la madrugada creandome mortificaciones? ¿¿¿Queeeeeeeeeeeee he hecho yo para merecer estos hijos??? Fantástico.

Situación 3: Por cualquier motivo decido actuar libremente, agarrar mis macundales e irme a la calle. Cuando vuelvo a casa y me asomo al cuarto de mis padres. Todo está oscuro, pero puede distinguirse un bulto sobre la cama. -Mami, ¿eres tú?. -Como si te importara, con todo lo que haces, un día simplemente me encontrarás muerta aquí, por el abandono.

Mejor no hablo de las situaciones comunes que se presentan cuando alguien más comete este tipo de actos de rebeldía. ¡Ah! Tampoco hablaré de mi absoluta certeza de que esta maravillosa costumbre no desaparecerá de mi entorno any time soon O_O

Eso sí, sin dudas hay una cosa debo reconocer, y es que con los años ha refinado el arte de crear argumentos para sus guiones. Es como si hubiese encontrado un Death Note, y durante todos este tiempo se dedicó a entenderlo a la perfección... Awww, que lindo, mi mami es una tierna Yagami Light teórica, sólo que no ve a más nadie, simplemente se entretiene en el espejo.