febrero 20, 2009

Bienvenido esta noche a la casa de usted... ♫

Mi tribu está desquiciada. A veces siento que vivo en La Casa de los Dibujos, o en un perennme episodio de Los Simpson, he pensado incluso que es muy posible que mis padres hayan sido criados por lobos en la selva, y nunca me haya enterado. Pero amo a mis locos, y los amo más aun porque sé que no sería la mitad de lo que soy de no haber crecido bajo su influencia.

No sería tan jodedora sin haber vivido todos estos años junto a mi padre y sus ocurrencias, ni sería tan intuitiva sin haber tenido que adivinar los pensamientos de mi madre. Y ni hablar de la masa 1:1, mezcla de mis padres, lo mejor que me pudo tocar como familia, y el reto más grande que tengo en mi casa: mi hermano. Aquí no sobrevive el más apto, día a día sobrevive -simplemente- el más vivo.

Sí, me quejo de los míos, aunque disfruto enormemente de la compañía de mi clan. Supongo que escribo esto en parte como válvula de escape, para evitar vengarme de ellos en el mundo real cuando me provoque, y en parte para rendirles tributo, por la maravilla de vida que me han brindado. En el futuro lejano, cuando tenga una buena colección de publicaciones, tal vez podamos sentarnos a leer nuestras locuras, descritas desde la punta de los dedos de esta servidora.

Y ustedes, si gustan, son bienvenidos.